Se compone de seis apartados, de los cuales uno de ellos tiene especial relevancia:
" Planificación de las actividades artísticas ". Dicho apartado nos recuerda que las actividades propuestas deben ser flexibles y expone algunos aspectos que hay que tener en cuenta a la hora de planificarlas (carácter lúdico, buena comprensión, explicaciones o experiencias previas, duración flexible, previsión de materiales y utensilios y adecuada utilización de los mismos...). También abarca uno de los grandes problemas de este área, la falta de claridad en los objetivos, y hace hincapié en los criterios para la formulación de actividades de aprendizaje destacados por Eisner (1995):
- Valorar si ofrece una experiencia valiosa desde el punto de vista educativo.
- Tener en cuenta la relación de la actividad que se está realizando, con la realizada anteriormente y con la que se realizará después (continuidad o secuencia).
- Combinar objetivos educativos y objetivos expresivos.
- Nivel de complejidad adecuado al nivel de habilidad que poseen los niños.
- Actividades motivadoras y que despierten su interés.
- Observar las interrelaciones entre aprendizajes escolares y las experiencias cotidianas.
- Valorar si la actividad de aprendizaje permite que los niños desarrollen y practiquen las habilidades que se supone que van a adquirir, realizar análisis de la tarea.
Para finalizar, Berrocal, Caja y González Ramos proponen un esquema genérico para planificar las actividades artísticas:
- Observación.
- Reflexión / Diálogo.
- Experimentación.
- Creación.
- Evaluación.
Entrada realizada por: Sandra González, Aurora Gallo y Lydia Gómez-
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